jueves, 15 de octubre de 2009

Nada Personal...


Mucha gente -por lo menos en espacios virtuales tales como el Facebook - ha calificado de brillante y creativa la campaña publicitaria que, con ocasión del Mundial de Suráfrica, ha desarrollado Oniria para Personal en su calidad de sponsor oficial de la selección paraguaya. No me atrevo a opinar acerca de si es buena o mala publicidad ya que, en publicidad, como en ventas, "los números cantan" y es buena publicidad aquella que vende, por chabacana, vulgar o ridícula que pueda parecer. Y es mala aquella que no vende, aun cuando la gráfica parezca de Leonardo, los textos de Shakespeare y los encuadres para TV pudieran ostentar la firma de Orson Welles.

Que quede claro, entonces, que no digo que sea mala publicidad. No sé si lo es. Para saberlo, hay que responder a las preguntas de si ha fidelizado clientes o si ha aumentado las ventas. No sé si es buena o mala por que no es arte, es publicidad. Si fuera arte, sería una porquería. Pero, repito, no es arte, es publicidad.

En primer lugar, no tiene nada de creativa. Una comparación entre la épica a secas y la supuesta épica del fútbol es algo que cae de maduro, que está servido en bandeja. No hace falta conocer la historia más remota y ancestral del deporte rey. Cualquiera con dos dedos de frente intuye que el fútbol -tal como el rugby o el basket o cualquier juego de competición similar- es una batalla ritualizada y civilizada.

En segundo lugar, me parece desagradable el aire solemne y rimbonbante de la campaña, como si 11 ñatos saltarines estuvieran salvando al mundo (¿que no es en serio? no se nota que lo sea ni que haya nada de parodia contra el chauvinismo y la patriotería). La alusión, en el contexto futbolero, a los "valores de la raza", a la historia gloriosa y a toda esa bosta fascistoide es tan vieja como esa plaga de nuestro tiempo, el periodismo deportivo.

En tercer lugar, comparar un hecho trágico, terrible y grandioso como fue la Guerra Grande con algo, en el fondo, banal como es el fútbol es, por decir lo menos, algo bastante desubicado.

Pero, como ya dije, puede ser una completa basura desde muchos puntos de vista pero si vende, está bien. De eso se trata. Como dijo Deng Xiao Ping, "No importa el color del gato, sino que cace ratones".

lunes, 14 de septiembre de 2009

Rayito de Sol

Bueno, ésta es la idea... Resulta que la loción broneceadora Rayito de Sol quiere enfatizar el hecho de que es una loción protectora ya que, en estos tiempos de perdición, la gente anda muy preocupada por los melanomas y demás macanadas. Ahora bien, parece un poco estúpido que un producto llamado Rayito de Sol te proteja... De los rayos del Sol. Es como llamar "Jaqueca" a una aspirina o "Rica Grasita" a un producto adelgazante. Pero, precisamente a esa debilidad se le puede dar la vuelta...

TAL VEZ TE RESULTE DIFÍCIL DE COMPRENDER COMO UN PRODUCTO LLAMADO "RAYITO DE SOL" TE PROTEGE DE LA RADIACIÓN EXCESIVA.

(Una chica linda -con bikini, claro- pensando).

Precisamente del mismo modo que el salero te protege de la condimentación excesiva.

Ok, es una idea de fondo similar a "El sol en la medida justa" de Sundown pero dicha de otra forma, con cierto toque de humor, se recurre a la belleza femenina... A mí me parece buena.

Y no hay boceto por que nunca se hizo. Pero la idea quedó ahí así que....

Presentación

Para explicar cuál es el cometido de este blog debo, primero que nada, explicar el porqué del nombre. Hace un tiempo yo trabajaba en una agencia publicitaria. Uno de los clientes era un conocido restaurante de comida italiana. El problema que tenía es que los restaurantes suelen ser vistos como lugares donde llenar la panza y nada más. Ellos querían "reposicionar" el lugar, "instalándolo" en la percepción del público como un lugar divertido, casi como un club nocturno. Para ello, la propuesta -concebida por un servidor- fue utilizar los tópicos referidos a la Mafia pero dándoles un sentido distinto, relacionado con la noche, la amistad, la diversión, la seducción.... Es decir, crear la idea de una "mafia buena onda". El slogan elegido fue "Que parezca un accidente" y se dirigía a la vanidad y el orgullo del público masculino diciéndole, en suma, "házlo bien, consigue a esa chica que te gusta pero no seas obvio... Que parezca un accidente".

El caso es que la propuesta -que comprendía varios avisos- quedó durmiendo el sueño de los justos per sécula seculorum. Varios meses después, escuché en la radio el desarrollo de aquella idea. Una imitación no muy lograda del Marlon Brando de El padrino decía "llevá a la ragazza... y que parezca un accidente". "Desde mi punto de vista" -como decía el difunto Pappo- lo hicieron exagerado, ridículo, primario y caricaturesco. Ahora bien, yo comprendo que, cuando se trabaja en relación de dependencia, las ideas que uno produce pasan a ser propiedad de la empresa. Es probable que, en este caso, el restaurante de marras le haya robado a la empresa. Si no fue así, concedo que, de parte de quienes desarrollaron (y arruinaron) la idea, hubo descortesía pero no robo, falta de delicadeza y hasta tontería pero no deshonestidad... Desde que la presenté, apenas confusamente intuida en una brainstorming, la idea dejó de ser mía.

Pero... Cuando uno anda de free lance por estas viñas del Señor y cuando te dicen que te van a pagar un tanto por ciento "en caso de que la propuesta corra"... Pues, ¿cómo protegerte contra eventuales....? Hum... pues éste es un modo. Este blog está concebido para situaciones de este tipo y para servir como prueba llegado el caso. también, de paso, para comentar lo que se me antoje sobre temas de comunicación. Bienvenido, amigo lector.